Suena bien.Yo diría que suena magnifico, aunque hay que contar con algo evidente: La sociedad actual no esta dispuesta a dejarse guiar para salir del desierto donde habita. Seguramente éste año de la Fe nos permita profundizar en aspectos tan interesantes como la fe que profesamos (Credo), la que celebramos (Liturgia), la que vivimos (Moral), la que rezamos (Oración) y la que comunicamos (Evangelización). Pero tal Fe tiene mas aspectos que tenemos que considerar: la Fe que entendemos y la sentimos y por la que actuamos.
Parecía que la Fe sólo es lo que se cree de manera personal e intransferible, pero no es así. La Fe no es algo personal sino colectivo que se vive en comunión con la comunidad parroquial, diocesana o universal.
La Fe además conlleva una dimensión de confianza que es muy complicada de entender por quien la desconoce. La Fe confianza confianza que nos permite pacificar nuestro corazón y disfrutar del fecundo silencio de la oración.
La Fe se contagia cuando se vive de forma completa. Difícilmente podremos indiferente antes quienes tienen verdadera Fe. Dice la carta apostólica Porta Fidei:
"No podemos dejar que sal se vuelva sosa y la luz permanezca oculta (cf. Mt 5, 13-16). Como la samaritana, también el hombre actual puede sentir de nuevo la necesidad de acercarse al pozo para escuchar a Jesús, que evita a creer el y a extraer el agua viva que mana de su fuente (cf. Jn 4, 14)."

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